Leyendas Urbanas: hoy, bandas y ritos de iniciación

Hay momentos en que un joven decide acercarse al lado más salvaje de la vida y se “alistan” a las bandas más peligrosas.

Moteros, satánicos, pasados de rosca, todos los grupos con peor fama y prensa del país, tienen en común algo: para pertenecer a ellos, has de cumplir con ciertos requisitos que superan las novatadas más inocentes.

Es el caso que se ha venido registrando en el centro de la península, por la zona de Madrid.

Se cuenta que cierto día, una pareja volvía de madrugada a su casa cuando el conductor se dio cuenta de que se acercaba un vehículo con las luces apagadas. Sorprendido y alertado por la imprudencia del otro coche, el hombre accíonó las luces largas, para advertir al otro conductor para que las pusiera.

Dos, tres destellos, y el otro pasó sin detenerse ni encenderlas. A los pocos metros, se dio cuenta, a través del retrovisor, que las encendía y proseguía su marcha.

Pero pocos segundos después, el coche dio media vuelta, cambió de carril y comenzó a perseguirles.

Asombrado, se dio cuenta de que el coche aceleraba e intentaba alcanzarles. En menos de un minuto, se colocó detrás y comenzó a golpear su capó contra ellos. Dos minutos después, consiguió hacerles salir de la carretera.

Su acompañante perdió la vida en el accidente, y él quedó seriamente herido a consecuencia de ese golpe.

La explicación de la Policía fue muy reveladora: se trata de un rito de iniciación de una banda. El asunto consiste en circular con las luces apagadas hasta que otro coche que circula en sentido contrario les da las luces para avisar.

En ese momento, el nuevo recluta ha de girar, perseguir al coche y sacarlo de la carretera. Sólo así puede ser miembro de pleno derecho de la banda.

Esta es una vieja leyenda urbana que, según datos que he consultado, tiene su origen en Estados Unidos, hace ya la friolera de sesenta años.

Fue en la década de los cincuenta, cuando las bandas de motorista comenzaban a organizarse en la Costa Oeste del país.

La historia comenzó a circular cuando estas se expandían por la zona de California creando la alarma social. Las Harleys, los atuendos de cuero y demás parafernalia creaban el terror entre las gentes de bien, y los rumores sobre sus actividades delictivas crecían.

Sí es cierto que estas bandas no eran precisamente unos santitos y las denuncias contra sus miembros se acumulaban en las comisarías, por lo que esto no resultaba nada extraño.

La primera leyenda tenía como protagonistas a Los Ángeles del Infierno, que hacían lo mismo que la banda madrileña. Entre varios motoristas lanzaban fuera al incauto y bienintencionado conductor.

La noticia incluso apareció en la prensa y comenzó a difundirse como cosa cierta.

De California se extendió como un río de pólvora hasta el resto del país y fueron no pocos estados los que tenían su propia versión de los hechos.

Unos meses después, quizás por imitación, la leyenda traspasó las fronteras y llegó a otros países.

Tuvo su auge más espectacular durante los años 80 y principios de los 90, que es de cuando se afianza en la cultura española y crece hasta ser una verdad irrefutable.

Por supuesto, esto no es más que una leyenda urbana, y aunque las bandas (americanas, francesas, españolas y de todo el mundo) sí han sido acusadas de practicar “novatadas” alejadas del marco de la ley, no se ha registrado nunca un suceso de características similares, así que se puede conducir tranquilo y hacer las luces si es menester a cualquier despistado que nos encontremos.

Por supuesto, la ola de “kamikaces” en las autopistas españolas ha disparado de nuevo la propagación de esta leyenda, pero es gente estúpida e incapaz, la hay en todas partes.

A esta leyenda se ha de añadir las barrabasadas que se hacen en las universidades norteamericanas, quegracias al cine y a la televisión se han convertido en referencia para otros países.

Es raro que alguna provoque la muerte al novato, aunque puede ocurrir si intervienen, además, el alcohol y las drogas. Desde luego, hay también muchas leyendas urbanas sobre el tema, que tocaremos en próximas semanas.

Un saludín.

Comentarios

Pharpe ha dicho que…
La verdad que me ha encantado el post, y es que las Leyendas Urbanas sobre estos ritos son increíbles y la gente, lo peor es que en muchos casos se lo llega a creer. Saludos